Es común que los jóvenes hagan dos deportes en su niñez y adolescencia. En general terminan eligiendo uno y haciéndolo por mucho tiempo de su vida adulta. Sin embargo, el caso de Facundo Mackinnon es ese llamado “la excepción que confirma la regla”.
El joven entrerriano de 2.05 de altura es jugador de Colón de Santa Fe en la Liga Argentina, pero fue tan bueno en el canotaje en su etapa de adolescente, que llegó a la Selección Argentina. Y llevó la celeste y blanca por el Mundial Junior de Plovdiv, Bulgaria, en 2018, y en 2019 en el Mundial Su23 en Pitesti, Rumania.
El propio interno de Paraná charló con Básquet Plus y contó: “Inicie básquet como a las 7 u 8 años en Recreativo y después a eso de los 11 en canotaje en Náutico. Arranqué los dos deportes por mis hermanos más grandes que entrenaban en esos clubes por separado. Después a los 14 más o menos dejé el básquet porque empecé a dedicarme más intensamente al canotaje y, como requería mucha demanda de tiempo, tuve que dar un paso al costado y dedicarme exclusivamente al canotaje. Por último, en 2019 terminé esa etapa y al estar más liberado decidí volver al básquet”.
Facundo expresó lo que significó el canotaje en su vida: “Fueron aproximadamente 7 años en los que estuve entrenando casi todos los días, y empecé desde lo más bajo que se puede al igual que cualquiera y también como cualquiera al dedicarle tanto tiempo empecé a mejorar gracias a la intensidad y constancia que el deporte requiere y obviamente a la ayuda de la gente que me acompaño en dicho proceso. Dejé muchas cosas de lado para cumplir con los objetivos que me iba planteando en mi desarrollo, entre ellas el básquet, y por suerte tuve el placer de cumplir con cada uno de estos”. Con todo esto, no se arrepiente y volvería a hacerlo: “Con con todas estas restricciones el canotaje me dio muchísimo más que lo que me ‘quitó’ por así decirlo, ya sean valores, conocimientos, amigos y familia entre otras cosas y es una etapa por la que quisiera volver a pasar”.
A la vez, Mackinnon recordó aquellos tiempos de selección: “Creo que es el sueño de cualquier deportista y fue por lejos una de las mejores experiencias que he tenido o tendré en mi vida, sobre todo porque lo sentí como una recompensa a la gran cantidad de tiempo y esfuerzo dedicado, y obviamente cuando uno mira de donde salió o donde estaba en un principio y después se fija en dónde está parado no es solo satisfacción sino también felicidad, orgullo y otras mezclas de sentimientos que llegan a tu cabeza”.
Pero a los 19 decidió dejar y volver al amor por la naranja: “Fue mucho tiempo de dedicación que te produce cierto desgaste y en lo personal llegué a un punto en el que sentí que había logrado mucho más de lo que me propuse en un principio, por lo que decidí cerrar etapa y tomar otro camino, empecé a estudiar porque arrancaba mi primer año de facultad y por pura casualidad se dio que volví al otro deporte que amo, pero esta vez en Olimpia y después se dio lo que se dio”.
El regreso igualmente no fue nada fácil, complicado también por la pandemia: “Después de no haber tocado una pelota en par de años la vuelta fue bastante dura ya que no tuve los años de desarrollo más importantes y a eso se le suma que la pandemia me sacó mi último año U19. Aun así, quería volver a jugar, más que todo por gusto no por ambición, pero bueno como soy una persona muy competitiva y en parte gracias a los valores que me dejo el canotaje volví a tomarme muy enserió los entrenamientos sin un objetivo claro más que mejorar”.
En este sentido, Mackinnon remarcó que “me costó en todos los aspectos, como volví a una edad en la que el juego no era el mismo que cuando tenía 14 o 15 años, tuve que readaptarme a lo que mis entrenadores necesitaban y proponían. Físicamente si bien aeróbicamente estaba bien, no tenía suficiente fuerza ni resistencia en las piernas así que no quedo otra que entrenar más esa parte. Por último, la técnica en mi caso obviamente nunca estuvo bien pulida así que fue y es bastante duro”.
Al poco tiempo le llegó la posibilidad de jugar el Federal con Olimpia: “Nunca me propuse jugar el Federal la verdad, así que fue una oportunidad inesperada y acepté porque quería ver cómo era la experiencia de jugar a un nivel un poco más exigente. Como todos los jugadores tuve que ganarme los minutos partido a partido y temporada a temporada sumando los pre federales también como experiencia y desarrollo de mi como jugador. Si no fuera por estas temporadas que medio Olimpia no se si hoy estaría donde estoy, por lo que le estoy muy agradecido al club”.
Su desarrollo en Paraná fue tan bueno que Colón de Santa Fe puso sus ojos en él y lo sumó iniciada la actual temporada de la Liga Argentina: “Es algo totalmente nuevo para mí, el nivel de juego y de jugadores es mucho mayor y te das cuenta que muchos detalles o errores que a uno se le escapaban durante el partido en el torneo federal acá te los hacen pagar. Por suerte se me dio que mi primera experiencia en liga sea junto a compañeros con los que ya había trabajado previamente y otros también conocidos por lo que me ayudo a ponerme cómodo y a dedicarme a dar lo mejor para el equipo”.
Los límites, en el caso de Facundo, no existen y el entrerriano va con la vista enfocada en el futuro: “Los objetivos me los propongo uno por uno y actualmente es mejorar y desarrollarme para poder ayudar al equipo partido a partido”.