La parroquia Nuestra Señora de la Paz de Santo Tomé sufrió tres robos en dos meses. En el primero de los hechos un delincuente golpeó al sacerdote que lo encontró in fraganti.
"La parroquia no escapa a la realidad del barrio", dijo el párroco Oscar Marracino, y contó: "La primera vez fue el 9 de noviembre. Cuando llego veo la reja forzada y escucho ruidos adentro. Cuando entro me encuentro con el ladrón quien me da un golpe en la cara porque yo en defensa estaba por golpearlo también, es la primera reacción, y ahí sale disparado".
Además, el ladrón para escapar se roba la bicicleta del sacerdote.
En tanto, el 28 de diciembre luego de un encuentro de sacerdotes, Marracino regresa a la iglesia y otra vez la reja estaba abierta. "Un ladrón se había llevado la bicicleta que quedaba, pertenencias mías y ahora, este martes a la noche entraron utilizando un gato hidráulico que es mio para forzar la reja".
El cura, que se encuentra de vacaciones den Bariloche comentó que en este último robo se llevaron un revolver viejo que había sido de su madre. "Ni sé si andaba", agregó.
También señaló que la parroquia es un blanco fácil porque está en medio de un descampado, pero ahora colocaron una alarma como medida de seguridad.