El fútbol es tan impredecible como apasionante. Cuando parece que la suerte está echada, siempre hay algo que puede cambiar todo. Esto le pasó a este Unión de Cristian González, que quiere dar pelea por estar entre los cuatro de arriba en la zona B de la Copa de la Liga.
Un vuelco radical positivo tras afrontar un momento límite ante Independiente Rivadavia. ¿Por qué? En la previa el DT se emplazó en que, sino no se ganaba, iba a renunciar. Esto lo confirmó el propio capitán Claudio Corvalán en declaraciones posteriores al cotejo con Boca. El plantel lo respaldó con un contundente 4-1.
En todo momento Kily buscó absorber esa "presión" de la gente por la falta de resultados en casa y de golpe, el Tate hilvanó una racha de tres halagos en fila para ubicarse entre los primeros. Luego fue desplazado por Newell's, pero igual está prendido cuando restan cinco fechas.
Un invicto de cinco partidos que alimentan la ilusión de ser protagonista. En varias ocasiones el técnico indicó que el fútbol es un estado de ánimo y, con aquel triunfo ante la Lepra mendocina, el grupo encontró confianza y el fuego interior para no tirar la toalla para respaldar al técnico. Ahora se busca ir por más.