Tierra del Fuego es un provincia con muy poca historia tenística. Con apenas un puñado de torneos internos anuales y competencias con otros jugadores de ciudades cercanas como Río Gallegos y Punta Arenas, esta última en Chile, llegar al circuito ATP es algo que se ve como casi imposible para los chicos que agarran una raqueta en la región más austral del país. Pero Valentín Garay, nacido en Ushuaia y con solo 17 años, logró lo que parecía imposible y se convirtió en el primer fueguino en obtener un punto ATP tras conseguir un triunfo en el M25 de Trelew y también el primer sudamericano categoría 2007 en hacerlo.
Era cuestión de tiempo, ya que Garay había destacado en el Orange Bowl, donde llegó a las semifinales cuando tenía 14 años, representó a la Argentina en dos mundiales juniors, obtuvo dos torneos ITF y hasta ganó torneos sudamericanos.
En diálogo con Noticias Argentinas, Garay reconoció que este logro “es muy importante para mi carrera que recién está arrancando. Con 17 años es como que me saco un peso de encima. Me genera muchísima alegría, fue un momento hermoso que no voy a olvidar nunca en mi vida”.
Si bien el joven negó que sentía presión por conseguir este punto para meterse en el ranking ATP, sí lo ve como un buen trampolín para “estar más tranquilo en los próximos torneos sabiendo que puedo competir con cualquiera”.
Velentín tomó la difícil decisión de dejar su ciudad natal en 2020, con solo 13 años, para irse a entrenar a Dolores, un pueblo con apenas 25 mil habitantes en el que iba a estar mucho más cerca de los principales torneos junior en el país: “Estuve ahí entre 2020 y 2023 y desde mediados del año pasado hasta la actualidad estoy con Adrián Blengino en Parque Norte”.
Con respecto al entrenamiento en pandemia, Garay contó que “estaba en Ushuaia. Fue entrenar lo que podía en casa y cuando empezaron a abrir un poco las cosas me fui para Dolores, que era un pueblo chiquito y no tenía tanto drama con las cosas de la cuarentena”.
En las próximas semanas Garay estará en Bolivia, donde disputará un par de torneos juniors. Según le contó a Noticias Argentinas, uno de sus objetivos este año era conseguir el tan ansiado punto ATP y el otro es terminar la temporada en el top 100 junior.
“Cuando vuelva de esos torneos en Bolivia vamos a ver qué hacer con mi equipo de trabajo ya teniendo un punto ATP”, dijo Garay, quien destacó en su juego ser muy ofensivo, su derecha invertida y el saque.
Sus faros en el tenis y disfrutar siempre
Garay confesó que le encanta el estilo de juego del argentino “Tomás Etcheverry, Jannik Sinner (italiano) y Carlos Alcaraz (español). De Etcheverry me encanta la actitud que tiene en la cancha, la postura y lo guerrero que es. De Sinner me gusta la paz que tiene cuando juega y lo fuerte que le pega a la pelota. De Alcaraz me encanta todo, lo pude ver justo cuando perdió con Nicolás Jarry acá en Buenos Aires”.
Por último, le dejó un mensaje a aquellos jóvenes que recién agarran una raqueta: “Primero y principal que lo disfruten, que no lo sientan como una presión o un trabajo, y que si están seguros de qué es lo que quieren hacer y realmente les gusta que trabajen mucho. Además, que confíen en su grupo de trabajo que es súper importante y estén apoyados en su familia”.
Su familia, un pilar fundamental
Claudia Collins y Javier Garay, los padres de Valentín, son los creadores de la bestia. Pese a no contar con ninguna facilidad para dar clases de tenis, ellos se encargaron de entrenar a varios jóvenes en Ushuaia que jugaron verdaderamente bien.
Y su hijo “Valu”, como les gusta decirle, no fue la excepción. Era normal verlo con solo seis años compitiendo en torneos patagónicos, donde se enfrentaban jóvenes de Tierra del Fuego (Ushuaia y Río Grande), las ciudades chilenas de Punta Arenas y Porvenir, y de Río Gallegos (Santa Cruz). “Juego al tenis desde que tengo memoria. Nací con la raqueta”, contaba Garay entre risas.
En declaraciones a Noticias Argentinas, su madre Claudia recordó que “desde chiquito que Valu empezó a salir de Tierra del Fuego para poder desarrollar esto del tenis al nivel que lo necesitaba”, y no pudo ocultar su emoción: “Estamos felices por él, porque además está haciendo todo lo que le dicen que haga para poder cumplir su sueño de tenista. Haber conseguido este punto, para él, es muy importante, y para nosotros también es importantísimo. Estamos muy felices, siempre juntos y acompañándolo”.
Su padre Javier, por su parte, confesó que “es hasta impensado que haya logrado lo que logró siendo de Tierra del Fuego. Pero como digo siempre, es un pasito más y el esfuerzo es más que nada de él por más que haga lo que quiera y le guste”. Además, destacó que “toda la familia y la gente de Ushuaia y Río Grande estamos muy contentos por lo que va pasando con Valu”.
“Las cosas ahora se están haciendo bien y lo más importante de esto es que él lo está disfrutando y lo vive contento y feliz”, concluyó.
Y “Valu” también destaca la importancia de su familia en todo esto: “Es clave, es lo más importante tanto el apoyo de mis viejos como el de mi hermana. Están siempre bancándome atrás mío. Van a estar siempre para ayudarme. Ellos empezaron a darme clases cuando arranqué a jugar en AEP de Ushuaia, por lo menos desde que me acuerdo”.
“Valu” Garay ya consiguió algo que parecía imposible para alguien nacido en Tierra del Fuego, pero va por más y parece que solo él sabe hasta dónde llegará.