Ni Brasil, ni Francia ni Italia. Si hay una selección que marcó a fuego la historia de Emiliano Martínez y despertó sus demonios en el arco de Argentina, esa fue Colombia. Este martes, desde las 17.30, Dibu volverá a cruzarse con este combinado cafetero que le trae grandes recuerdos y en una Barranquilla que lo hará sentir más visitante que nunca por las Eliminatorias.
El primer capítulo de la rivalidad entre el guardián marplatense y la Tri fue el 8 de junio de 2021. En aquel entonces, la Albiceleste, que todavía arrastraba la mala racha de tres finales perdidas (el Mundial 2014 y las Copas América 2015 y 2016), enfrentó al local en el Estadio Metropolitano Roberto Meléndez y rápidamente logró ponerse 2-0.
Martínez estaba disputando su segundo encuentro con la Mayor. En su debut contra Chile días atrás le había atajado un penal a Arturo Vidal (en el rebote le marcó Eduardo Vargas) y había dado muestras de seguridad entre los postes. Pero era un verdadero desconocido en el país. Los hinchas recién lo estaban conociendo, ni siquiera le habían escuchado la voz. Hasta que a la media hora del primer tiempo se desplomó en su propia área tras chocar de lleno con Yerry Mina y fue atendido por el cuerpo médico.
Allí ocurrió la primera locura de Dibu en la Selección. Los profesionales de la salud le quisieron colocar un cuello ortopédico y le hicieron gestos a Lionel Scaloni para que lo reemplazara, ya que no estaba en condiciones de seguir. Esto enfureció al arquero: hubo insultos al aire y quejas porque no quería salir. Sin él en cancha, Argentina no aguantó el resultado y terminó empatando 2-2 de manera agónica.
“Fue un golpe duro pero los doctores hicieron su trabajo, obviamente quería seguir jugando, la bronca fue salir. Me sacan porque perdí un poquito el conocimiento”, contó sobre ese momento en TyC Sports. Tiempo después, en OLGA, Leandro Paredes admitió que ese día el grupo se dio cuenta que tenía una personalidad avasallante: “En el vestuario le dijo al médico: ´que sea la última vez que me sacás por algo así´. Era la segunda vez que atajaba para la Selección…”.
Menos de un mes después, las vueltas del destino y el fútbol volvieron a ponerlo enfrente de Colombia. Eran las semifinales de la Copa América 2021 y esta vez le tocó sonreír. Sabía que en la definición por penales estaba en su salsa. Se metió en la cabeza de los pateadores cafeteros y en el bolsillo al pueblo argentino. “Mirá que te como, hermano”, le gritó a Mina y lo sacó de eje. Así le contuvo su disparo desde los doce pasos, al igual que Davinson Sánchez y Edwin Cardona. Un verdadero show.
Por primera vez en muchos años, aquella noche en Brasilia los reflectores no apuntaron directamente a Lionel Messi, sino al guardián de la Selección, que con su técnica infalible provocó que la IFAB cambiara las reglas en los penales. Quedó prohibido que los arqueros provoquen y distraigan a los ejecutantes. "En el entretiempo, los jugadores colombianos nos habían dicho que éramos pecho frío y perdíamos finales", reveló. Esas palabras fueron la chispa que encendió la dinamita.
El tercer antecedente se dio en el marco de las Eliminatorias. Tenía un puñado de presencias con el buzo albiceleste pero fue ovacionado por todo el Mario Alberto Kempes de Córdoba. En la entrada en calor bailó y en el medio del encuentro sacó dos pelotas a puro reflejo. De carácter volcánico, también se cruzó con Miguel Borja y se acordó de toda su familia por un pisotón. Finalmente, terminó festejando el triunfo 1-0 con gol de Lautaro Martínez.
El último encuentro con Colombia fue el más importante, pues se trató de la final de la Copa América 2024. Plantado en la línea de cal, Dibu respondió cada vez que lo llamaron y gritó con alma y vida otra conquista del Toro en el alargue, la que valió para ser bicampeón continental en Estados Unidos. "Pensaron que ganando títulos nosotros nos íbamos a relajar, pero demostramos una vez más la clase de equipo que somos", expresó, desafiante, tras levantar el máximo trofeo y ser elegido como el mejor arquero de esta edición.