La empresa Aguas Santafesinas no abonará el premio que otorga anualmente a los empleados y que implica un gasto mayor a los 2 mil millones de pesos anuales. Este es un incentivo que comenzó a entregarse durante la gestión de Jorge Obeid y que la empresa no dará más bajo el amparo de la ley de emergencia que se votó durante el mes de junio.
Todo el personal –sin distinción de rendimiento o productividad– cobra anualmente un premio equivalente al que recibiría el de la categoría más alta, que se abona el 40 por ciento en marzo y el 60 por ciento en octubre.
En el mes de marzo se depositó porque estaba establecido en el convenio colectivo de trabajo, pero con la ley de emergencia en vigencia, la empresa tomó la decisión de no terminar de abonarlo y se ahorrará así $2.400 millones.
Recordeemos que la empresa empezó un fuerte plan de ajuste. Cuando asumió la nueva gestión realizó una auditoría y se encontraron con dos grandes problemas, el déficit y la desinversión, por un lado, y el atraso tarifario, por el otro.
En efecto, cuando el gobierno de Maximiliano Pullaro asumió, el 90 por ciento del costo de Aguas lo pagaba el Tesoro provincial, culpando a las gestiones anteriores a la inflación. No obstante, la nueva conducción encontró un "festival de despilfarros" en gastos de personal y costo sindical, sobre todo por excesos en horas extras y ausentismo con goce de sueldo.