Marixa Balli trabaja como panelista en LAM, pero también sigue al frente de su local de ropa y calzado, al cual le dedica buena parte de su día. Si bien le va muy bien con la venta, fue víctima de un hecho de inseguridad y, cansada porque no fue la primera vez, no dudó en contarlo en el programa que conduce Ángel de Brito.
“Me afanaron la moto del local. Esto fue haciendo envíos, no fue en la puerta del negocio, porque la moto va y viene todo el día. Le robaron a un empleado mío, el vehículo que habíamos comprado hace poquito. Fue una situación con un arma, que pasa y que es muy habitual. Es la segunda moto que nos robaron, en Palermo. Después de tantos robos en situaciones muy complicadas, donde se han perdido bultos, paquetes, y en los que el empleado salió huyendo”, detalló Marixa.
“Fue en Palermo y fueron dos personas. Hicimos la denuncia policial, en realidad mandé a una persona con un poder a hacerla, y ahora hay que esperar 10, 15 días, pero el seguro que tenemos tendrá que hacerse cargo, porque me dijeron que van a devolver una moto igual porque estaba todavía en garantía, no tenía ni un año. Encima eligen qué robar, no tenía nada particular la moto. Cerquita de Plaza Serrano fue, en un lugar súper transitado”, siguió.
“Nos ha pasado una vez que un cliente llamó para decir que había encontrado 5 bultos y que los vecinos estaban desesperados queriendo abrirlos. Suspendí este año los envíos a provincia de Buenos Aires, porque era un robo tras otro y como las zonas están prácticamente liberadas, y cuando vas a hacer una denuncia policial no te la quieren tomar porque ya es algo habitual que a todo el mundo le afanan. Entonces yo había dicho ‘no, suspendemos los envíos a provincia’, perdiendo mucho dinero, obviamente que en Capital también hay robos”, agregó Balli.
La artista habló de cómo es su forma de trabajo: “Tenemos mucha venta online, por eso yo estoy todo el día ocupada con el tema, porque soy re obse además con eso y los clientes son especiales también. Hay que tener mucho cuidado con los envíos. El cliente siempre tiene razón hasta que se desborda. Soy muy directa con mis clientes y cuando me enojo se los digo. Por ejemplo, hacen una transferencia y quieren que le mande la moto al instante. Pero yo les digo ‘mi amor, hasta que no se acredita el pago no puedo hacer el envío porque que, aunque diga inmediata, no se acredita’. Entonces, cuando los chicos ya no pueden más y el cliente se pone insistente lo tomo yo. Le digo: ‘¡Cómo voy a confiar en un papel que diga ‘banco tal’ que puede ser trucho, yo hasta que no me aparece la plata en el banco no hago envíos’. Hoy terminamos íntimas con una clienta que empezó todo tirante y después le mandé las botas que había comprado a donde quiso”.