Las papas fritas, que celebran su día el 20 de agosto, se destacan por ser uno de los platos más versátiles y queridos a nivel mundial.
Con su textura crujiente por fuera y suave por dentro, conquistó los paladares de millones.
Ya sea en su clásica forma de bastones o en finas láminas como las populares chips, esta opción es reconocida no solo por su característico sabor, sino también por lo que representa.
En Argentina, 7 de cada 10 personas consideran que las papas fritas son el acompañamiento ideal para cualquier comida, según datos de un estudio que realizó la cadena Mostaza por la celebración de una fecha "patria" para los hogares de nuestro país.
Ello no es óbice para que el término papafrita aplique, en lunfardo, a un tonto con honores, al igual que un papanatas o un paparulo
Si bien los estadounidenses son los reyes del consumo, con 13 kilos por persona al año, en la parte austral del continente todos los locales de los restaurantes de comidas rápidas expenden, por año, más de 6 mil toneladas de papas, ya que deben satisfacer una demanda promedio en las mesas entre una y dos veces por semana.
El 35% las prefiere con cheddar y bacon, el 25% sólo con cheddar, el 20% con ketchup, 10% con mayonesa y el saldo se reparte entre quienes las eligen solas, de acuerdo con la cadena de fast food nacional.
"El 45% de los pedidos que se realizaron durante este año incluyen papas fritas. Vemos que suelen añadirse a pedidos que incluyen, en primer lugar, hamburguesas, seguido de milanesas, pollo, carne y clásicos argentinos como choripán y parrilla”, dijo Federico Cabral, director de Restaurantes para Rappi Argentina y Uruguay.
Con el paso del tiempo, este snack se convirtió en el ideal para relajarse en casa, especialmente durante la tarde y la noche.
Según el relevamiento señalado, el 64% de los argentinos prefiere disfrutar de las papas fritas en esos momentos del día, y un 66% en la comodidad de su hogar.
Pero también suele ser servido como picada en juntadas y choperías.
Snacks más recordados
“Es un orgullo enorme que, para el 46% de los argentinos, la primera marca de snacks que se les viene a la mente al pensar en la categoría sea Lay´s” mencionó Agustina Padilla, gerente Sr. de Marketing para la división de alimentos en PepsiCo Argentina.
“Si bien la versión clásica, la cual está hecha en su 100% de papa, aceite y sal, es un infaltable en las juntadas, estamos muy enfocados en acercarle a los consumidores nuevas propuestas de sabor. En ese sentido, los últimos lanzamientos Provoleta y Mostaza&Miel han sido muy bien recibidos” añadió.
Aunque comúnmente se las asocia como un acompañamiento, tienen un lugar especial en momentos de reunión.
Es el centro de las juntadas, ya sea en una picada con amigos, como alternativa en un cumpleaños o durante un almuerzo familiar.
Su capacidad para adaptarse a cualquier ocasión las convierte en un símbolo de celebración compartida y en un elemento indispensable en la mesa argentina.
Disputa internacional
La creación de la guarnición o snack más popular del mundo es disputada, al menos, por tres países: Bélgica, Francia y Estados Unidos, si bien la papa es un tubérculo originario de América y no de Europa.
Tal como las conocemos hoy, van por los 174 años. George Crum, que para 1853 trabajaba como cocinero en Moon Lake Lodge, un centro turístico situado en Saratoga Springs, estado de Nueva York, las inventó por casualidad, como respuesta a un comensal que le reprochaba la cocción de sus papas.
Se trataría del magnate de los ferrocarriles Cornelio Vanderbilt, quien de manera prepotente le recriminó a Crum que sus papas eran demasiado gruesas. Molesto, el cocinero las cortó en láminas finas y las frió.
Aunque lo inspiraba un ánimo de revancha, dejó maravillado al quejoso cliente, y tuvo que repetir su plato, al que en un comienzo denominó “papas fritas Saratoga”.
La variante belga de la historia acaeció en la ciudad de Namur, capital de la región de Valonia, de habla francesa y, en caso de ser real, habría sucedido mucho antes que la “venganza” de Crum.
Según la tradición de ese país europeo, los pobladores de la zona tenían al pescado frito entre sus platos más habituales.
Pero en el invierno de 1680 el río Mosa se congeló y, para reemplazar los pequeños peces, los lugareños frieron papas.
French fries
Los soldados estadounidenses apostados en la zona francófona de Bélgica, Valonia, durante la Primera Guerra Mundial, probaron la guarnición y la llamaron “papas a la francesa”, es decir, french fries.
Así y todo, la hipótesis más consistente sobre el origen francés de las papas fritas se apoya, paradójicamente, en que las elaboró un historiador gastronómico belga, Pierre Leclercq.
Sin embargo, constituyen un punto de unión entre las distintas regiones belgas —flamenca, francesa y germana—, de modo que todos las elevan a la categoría de ícono nacional, sin que se alce una voz en contrario.
El estudio de Leclercq, profesor tanto de la universidad de Lieja como de la de Bruselas, postula dos hipótesis, una de las cuales procura no ser tan disruptiva con su propio país.
Por un lado indica que, si los creadores fueron los habitantes de Namur, no pudo haber ocurrido en 1680, sino hacia 1739, porque las papas no llegaron a esa región hasta 1735.
Leclercq, no obstante, cuestionó su propia hipótesis al señalar que es poco probable que los valones de hace tres siglos frieran las papas.
“En el siglo XVIII, la grasa era un lujo para las personas de recursos limitados” como los de esa región, por lo que es raro que la desperdiciaran en papas", dijo.
Finalmente, una historia surgida a orillas del Sena afirma que los vendedores callejeros de finales del siglo XVIII ofrecían en sus carritos esa preparación en el Pont Neuf (Puente Nuevo) que, a pesar de su nombre, es el más antiguo de París. Nada se sabe de cómo eran esas papas originarias.
Este año, la conmemoración del Día Internacional de las Papas Fritas tendrá para Argentina un significado especial: las icónicas papas de tubo Pringles cambian de dueño.
Mars, propietaria de las marcas Snickers y M&M, anunció la adquisición de Kellanovas y por ende de su afamado producto.
La operación se concretó en US$83,50 por acción en efectivo, lo que representa un total de US$35.900 millones, según un comunicado conjunto enviado por las compañías a sus stakeholders.
La cartera de Kellanova incluye marcas tradicionales como Pringles, Cheez-It, Pop-Tarts, Rice Krispies Treats, NutriGrain y Rxbar, así como Kellogg’s (a nivel internacional), Eggo y MorningStar Farms.
En 2023, la compañía registró ventas netas por más de US$13.000 millones, con presencia en 180 mercados y aproximadamente 23.000 empleados.
Mediante esta operación, Mars apunta a potenciar y a ingresar a nuevas categorías.