Ante la pandemia los servicios de Etacer y Fluviales sufren constantes modificaciones en los horarios, situación que deja a los usuarios como rehenes de las decisiones de la empresa.
El martes pasado, unos 12 pasajeros quedaron varados en Paraná ante la eliminación del último horario de las 23:30 a Santa Fe. Aunque, aparentemente el servicio fue quitado desde el 3 de mayo, los usuarios no supieron del cambio y al intentar volver a su casa luego de un largo día de trabajo se encontraron con que no tenían colectivo para regresar.
Adrián, uno de los damnificados contó la situación por LT10. “En mi caso, yo tengo familia allá, me las arreglé”, relató el joven que es docente y ya optó por quedarse en Paraná los días que sale tarde.
Por otro lado, contó que otra pasajera que es enfermera tuvo que dormir en el hospital de Paraná – en su día- al no tener manera de volver a casa.
Respecto al servicio, comentó que la empresa cambia los horarios y la única manera de que los usuarios se enteren es ir a la terminal y ver los carteles.
Si bien, las quejas se acumulan y se escuchan constantemente en las colas para subir al colectivo, la compañía de transporte asegura no tener constancia de reclamos por incumplimiento en los horarios del servicio.
“Los usuarios están hartos, saben que no hay manera que los escuchen, muchos ni siquiera quieren hablar a los medios. Entonces, ellos se prenden de esta situación”, apuntó.
Incluso, desde la empresa reconocen los cambios repentinos de horarios y aseguran que seguirán ocurriendo con el solo aviso de pegar un papel de las modificaciones en la boletería.