Este jueves estaba pautada una importante reunión de Comisión Directiva en Colón, donde uno de los ejes principales tenía que ver con el petitorio que hizo la minoría sobre algunas cuestiones que preocupan mucho desde lo deportivo y lo institucional.
Vale recordar que en varias oportunidades, incluso en diálogo con Diez en Deportes, el tesorero Adrián Temporelli fue muy duro y crudo a la hora de detallar de qué manera se encontraron al club a la hora de asumir, en cuanto a deudas, reclamos y cobros que estaban estipulados que puedan realizarse, los cuales ya habían sido efectivos, como el de una parte de la venta de Facundo Farías al Inter Miami.
Incluso, en uno de los tantos mano a mano, Temporelli reconoció que ni aún con todo lo que tenía que ingresarle al club en concepto de ventas alcanzaba para cubrir todos los reclamos y deudas que tenía Colón, en una cuestión que encendió las alarmas.
Luego, se destapó una situación que nadie tenía en cuenta, como lo generado en torno a Facundo Garcés, quien sigue trabajando apartado del plantel, con la ambición de marcharse, y un contrato que se vence el próximo 31 de diciembre.
En tanto que luego se conoció lo generado en torno al paraguayo Alberto Espínola, en un caso que llegó a FIFA y que genera gran preocupación, como consecuencia de las duras sanciones que podría tener el club.
Ricardo Luciani, por la minoría, exigió que se expliquen algunas de todas estas situaciones, en la reunión de Comisión Directiva que se desarrolló el jueves. Sin embargo, por lo que se pudo saber, el excandidato a presidente se fue desilucionado, ya que no se pudo explicar ninguno de todos estos requerimientos.
Habrá un nuevo pedido formal para que se revelen todas estas cuestiones, lo que genera incluso división dentro de la misma Comisión Directiva, ya que alguno de los integrantes pretenden que se informe la real situación por cómo se recibió al club, mientras que otros, encolumnados en el presidente Víctor Godano, no están de acuerdo con esta tendencia.