Después de la durísima derrota de Boca ante Belgrano que decantó en la lógica renuncia de Diego Martínez, el presidente Juan Román Riquelme volvió de Córdoba y, sin descanso, se instaló rápidamente en el predio de Ezeiza hasta muy tarde para definir quién será el próximo DT.
Molesto y nervioso, en Alberdi les pidió perdón a los hinchas y se fue "dolido y triste" por un Boca que no pelea el campeonato, no dio la talla ni en la Sudamericana y solo tiene la Copa Argentina por delante. "Hay que competir y no estamos compitiendo", tiró.
El Mellizo, que armó uno de los mejores Boca de los últimos tiempos entre 2016 y 2018 (ganó dos ligas) pero quedó marcado a fuego por perder la final de la Libertadores con River, tiene consenso total puertas adentro pero no podría asumir hasta 2025.
Según pudo saber TyC Sports, tras dejar la selección paraguaya en 2023, Guillermo vive en Estados Unidos con su familia (NdeR: se retiró allí en el Columbus Crew de la MLS y luego dirigió a Los Ángeles Galaxy) y está en pleno trámite por la ciudadanía norteamericana, por lo que no puede salir del país por los próximos cuatro meses.
Los que tienen chances
Es singular las siguacions de Kily González, Gustavo Quinteros y Eduardo Domínguez. El Kily tiene una gran relación con Román, pero resulta impensado verlo dejar Unión en medio del camino. Al DT de Vélez se le viene preguntando por la chance desde hace ya varios meses, y aunque le da prioridad al club de Liniers, nunca parece descartar la opción de Boca. Domínguez, en tanto, sonó fuerte en los últimos días en una supuesta dupla con Carlos Bianchi en un eventual rol de manager.
Desde afuera y con posibilidades
Aún con trabajo pero fuera de esa lista de “imposibles” se podrían marcar los casos de Fernando Gago y Luis Zubeldia.
El tapado de Román
Se trata de Fernando Ortiz, quien podría asumir de inmediato ya que está sin trabajo luego de dejar a los Rayados de Monterrey.