Esta mañana anduve por el Hospital de Niños de Santa Fe. En tiempos de veda electoral, antes de la elección de las PASO de mañana. Aquel hospital que se inundara en el 2003 y que sigue cada día dándole salud a los pibes pobres de la ciudad capital de la provincia de la soja y la leche. A los pibes de la ciudad y de todo el centro norte de la provincia.
Hospital de Niños donde quienes tenemos una cobertura social vamos solamente cuando tenemos una emergencia. Porque sabemos que en el Hospital de Niños no te preguntan primero que plan tenés, o te cobran un coseguro… En el Hospital de Niños lo primero son los pibes, tengan plata o nó. Tengan el color de piel que tengan. Lo sé. Lo viví. Fede nos hizo ir dos veces con sus diez años, y las dos veces, lo atendieron de forma excelente, humana y profesionalmente.
Pero hoy fui al Hospital de Niños de Santa Fe no por un problema de salud de un hijo o una sobrina. En realidad me llevó Julieta, como papá, porque como alumna de segundo año de la Escuela Industrial Superior estaba en el hospital con otros compañeros para pintar paredes con murales, para pintar juguetes de madera también hechos en la Escuela. Estaban algunos compañeros y compañeras de segundo, pero había chicos de primer año, de tercero, y de los años superiores, donde ya no tienen Dibujo Morfológico como expresión del arte dentro de su formación como técnicos. Estaba ahí también, una sábado por la mañana, la profesora Piki Seró. Ella, como las otras docentes de Dibujo Morfológico y los profe de Física de la EIS, participan de los programas de extensión de la Escuela y la Universidad.
No es una experiencia nueva. La conozco porque con el programa de televisión sobre Educación Técnica que hacemos con Eduardo Castillo, también docente de la EIS, hemos estado con los chicos en otras pintadas. Fuimos con nuestras cámaras de EL INDUSTRIAL cuando pintaron en el Paseo Escalante, en la Casita de las Madres, ahí cerca del hospital. Y también el año pasado en el mismo pasillo donde otros chicos chicos del Industrial estuvieron pintando murales para embellecer y dar calidez a las salas de espera de un hospital que tiene, desde hace varios años, cada vez peor sus condiciones edilicias. Ventanas en los baños sin vidrio, las paredes o techos con humedad, trabajos de mantenimiento a medio terminar. Un hospital público, que pese a sus condiciones edilicias y limitaciones de comodidad, sigue salvando vidas y curando pibes santafesinos.
En ese hospital público, los chicos del Industrial estaban pintando murales. Anoche no salieron para estar temprano. Fueron con sus bocetos, sus pinceles y el cariño y compromiso social de sus docentes. Con las tortas hechas por sus madres, con los mates cebados por los que no pintaban por un rato. Unos treinta alumnos de una Escuela Pública pintando las paredes de un Hospital Público, un sábado a la mañana.
Y mientras iba con el termo y el mate entre ellos, pensaba. Pensaba en el hospital público, en los chicos y los docentes, de la Escuela Pública. Y recordé que mañana hay elecciones. El momento de votar, en las PASO. Y algunos de esos chicos con 16 años ya podrán votar mañana en los cargos nacionales. Y pensaba, en ese ejemplo silencioso y sin marketing político. De pibes pintando en un hospital monigotes y estrellas de colores. Pintando en las paredes artistas de un circo imaginario para ayudar a olvidar un poco el dolor a los pibes pobres, y un tanto la preocupación de sus padres, en una sala de espera…
Pibes que algunos mañana iniciarán su vida cívica con el acto mínimo que nos requiere esta Democracia que supimos ganar. Votar. Elegir. Con compromiso. Con razón, o corazón, pero con participación. Con el compromiso de hacerse cargo de lo que uno elige. Con el compromiso con aquellos que lucharon en otros tiempos para que pudiéramos elegir. Sin proscripciones, en libertad. Con la oportunidad de elegir.
Derecho y obligación cívica. Como la de los pibes y algunos docentes del Industrial hoy en el Hospital de Niños. Oportunidad de ayudar y de crecer como personas. Derecho de expresión y de beneficiar a la comunidad. Jóvenes estudiantes que tienen la responsabilidad pública de poner en valor sus derechos, pero también de asumir sus obligaciones, con respeto y creatividad.
Algunos de ellos van a votar mañana por primera vez… como otros tantos jóvenes argentinos que tal vez puedan librarse de tanto preconcepto, tanto maniqueísmo, tanto márketing, si es que tienen ese compromiso y esa conciencia civil que este tiempo de libertad les ofrece. Que no les parezca poco muchachos y chicas.
Será por eso que Julieta me llevó hoy al Hospital de Niños. Sera por eso que hacemos El Industrial en televisión con Eduardo hace catorce años.
Porque como a don Viglietti, me siguen gustando los estudiantes…